miércoles, 5 de abril de 2017

Veni Sancte Spíritus, veni per Maríam


VENI SANCTE SPIRITUS, VENI PER MARIAM

[Vocación de María. 1,26-38]
26Por otra parte, en el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por
Dios a una ciudad de Galilea cuyo nombre [era] Nazaret[1],
27a una doncella prometida en matrimonio a un varón cuyo nombre [era] José, descendiente de David; y el nombre de la doncella: María[2].
28Cuando entró ante ella, dijo:
—¡Salve, Llena-de-gracia!, el Señor [está] contigo[3].
29Pero ella se asustó por aquellas palabras, y pensaba qué podría
significar aquel saludo[4],
30de modo que el ángel le dijo:
—No temas, María, pues hallaste gracia ante Dios[5],
31de modo que, mira, concebirás en [tu] seno y darás a luz un hijo al que pondrás por nombre Jesús[6]:
32él será grande, será llamado Hijo del Altísimo, [el] Señor Dios le dará el trono de su padre David,
33reinará sobre la casa de Jacob eternamente, y su reino no tendrá fin.[7]
34María, por su parte, dijo al ángel:
—¿Cómo sucederá eso, si no conozco marido?[8]
35Y el ángel le respondió así:
[El] Espíritu Santo vendrá sobre ti, es decir, [el] poder del Altísimo
te cobijará bajo su sombra; por eso también lo que nacerá santamente
será llamado Hijo de Dios.[9]
36Y ya ves, tu parienta Isabel, incluso ella ha concebido un hijo en su vejez, y éste es [el] sexto mes de la que era llamada «estéril»[10],
37porque nada habrá [que sea] imposible para Dios.[11]
38Entonces María dijo:
—Mira, [soy] la esclava de[l] Señor; ojalá me suceda según tu palabra.
Y el ángel se retiró de ella[12].

IGLESIAS, Manuel. Nuevo Testamento


[1] Empieza un relato, no de anunciación (que predice lo que va a suceder y no admite réplica), sino de vocación (que expone una misión y pide consentimiento, como p. ej., Ju 6,11-24)._EN EL SEXTO MES del embarazo de Isa - bel._EL ÁNGEL GABRIEL: cfr. v. 19. _POR DIOS: o desde Dios, de parte de Dios._CUYO NOMBRE: puede hacerse pesada la insistencia (v. 27: «cuyo nombre... », «y el nombre...»), pero en este relato todo tiene nombre; aunque el nombre sobre el que gravita al final la frase es «María», en realidad se trata de «poner nombre» al que va a venir y ya se anuncia (cfr. v. 31; y los «Nombres de Cristo» en los vs. 32-33.35)._NAZARET, más bien que CIUDAD, era una pobre aldea, innominada en todo el AT y en el Talmud, y despreciada por los habitantes de las aldeas vecinas (cfr. Jn 1,46).
[2] UNA DONCELLA: como en castellano clásico: una virgen. Al principio y al fin de la presentación, Lc insiste en un dato: María virgen concibió virginalmente. _PROMETIDA: o que había sido dada a. También es posible: que había sido pedida en matrimonio por un varón... (entendiendo «por un varón» como dativo* agente, muy raro en el NT)._UN VARÓN: casi: un marido. En los evangelios, el hombre adulto, en cuanto distinto de la mujer y de los niños, suele designarse por el vocablo griego anêr, que prácticamente equivale a marido, esposo._DESCENDIENTE DE DAVID: lit. de [la] casa de David, de la dinastía de David, de quien JOSÉ era «hijo»._El significado etimológico más probable del nombre MARÍA es excelsa, elevada.
[3] SALVE: más que el «¡alégrate!» helenístico, saludo tan trivial como nuestro «¡hola!» (el vocablo griego es el mismo de los soldados romanos burlándose ante Jesús: cfr. Mt 27,29; Mc 15,17-19; Jn 19,3; sería demasiado fuerte traducirlo: «¡Alégrate, rey de los judíos!»). Es saludo religioso; por una parte, traduce el hebreo sˇalôm, deseo de la paz (vida total, plenitud de dones de Dios), y, por otra, alude a Zc 9,9 (invitación a la alegría mesiánica ante el rey que viene de parte de Dios)._Sin artículo*, sustituyendo al nombre propio, LLENA-DE-GRACIA es el nombre de la doncella. GRACIA, no con el significado profano de cariz (amabilidad, belleza), sino con el doble significado bíblico de: benevolencia divina, por la que Dios concede benignamente un don gratuito (un favor, una «gracia»), al que ha de corresponder la «acción de gracias» de la criatura agradecida. La forma gramatical griega es participio* de perfecto* (acción pasada cuyo efecto perdura: María ha sido ya transformada por la gracia, «agraciada por Dios desde antes, y en ella se ha remansado la gracia»). El verbo griego kharitóô es causativo*, y en el NT solamente aparece otra vez (Ef 1,6), referido a los cristianos que, gracias a Jesucristo, han entrado en el plan de Dios como objeto de su benevolencia divina, mediante «el perdón de las ofensas» (Ef 1,7); esto confirma que la plenitud de gracia de María está en función de su Hijo, de su maternidad divina. Este v. de Lc, tal como lo ha entendido la Iglesia católica, funda la verdad de fe de la Inmaculada Concepción de María: no hubiera estado, ni sido, «Llena-de-gracia», santificada por la gracia, si la sombra de cualquier pecado la hubiera tocado._EL SEÑOR... CONTIGO: fórmula bíblica en los relatos de vocación y de misión (cfr., p. ej., Mt 28,20: «Yo estoy con vosotros»).
[4] 29 AQUELLAS PALABRAS: lit. la palabra._Q... AQUEL SALUDO: lit. qué clase era (cfr. Mt 13,18) el saludo este.
[5] DE MODO QUE: Gr. 1._NO TEMAS: cfr. vs. 12-13. El imperativo* de presente equivale a: deja de temer, o no sigas temiendo._HALLASTE GRACIA...: explicación del «Llena-de-gracia» (v. 28): Dios te ha mirado favorablemente, Dios te acoge benévolo, has obtenido su favor
[6] DE MODO QUE: Gr. 1._De los tres verbos griegos en futuro que aparecen en el texto, los dos primeros son predicciones, el tercero (AL QUE PONDRÁS POR NOMBRE: lit. y llamarás el nombre de él) es una orden. Que sea precisamente la madre quien ponga el nombre al niño es otra alusión a la concepción virginal. _JESÚS: «Yahveh salva». En el v. 47, María lo llama «mi Salvador»; y en 2,11, el ángel lo anuncia como «salvador».
[7] 32-33 La traducción suprime tres «y» del texto griego._SERÁ LLAMADO: «será tenido por»; semitismo, equivalente a: «será»._SU REINO: o su reinado. Por los datos que dice el ángel, María se da cuenta de que concebirá y dará a luz verdaderamente al Mesías-rey, anunciado y esperado en Israel desde siglos antes.
[8] 34 Con una expresión que, en una mujer desposada, es única en toda la Biblia, María pregunta, pero no con la duda escéptica de Zacarías (cfr. v. 18), o la de Abrahán y Sara (cfr. Gn 17,17; 18,10-14). Para que su compromiso no sea imprudente ni precipitado, se informa. _NO CONOZCO: eufemismo*, por no tengo relación conyugal. MARIDO: lit. varón; e. d., marido («mi marido»: cfr. v. 27). La traducción dice el mínimo posible («actualmente soy virgen»), pero no excluye matices como no puedo tener relación... o no quiero tener..., admisibles desde el punto de vista gramatical. Por otra parte, la forma verbal griega
en presente* indica permanencia y continuidad de ese estado de virginidad. En María, transformada por la gracia de la que está colmada (v. 28), Dios había hecho surgir el deseo de virginidad; si María no lo tuviera, su objeción tenía réplica fácil por parte del ángel: «Espera, dentro de poco tendrás esas relaciones». La afirmación de la concepción virginal de Jesús, debida a la acción del Espíritu Santo, expresada en todos los Símbolos de fe de la Iglesia, «excluye cualquier hipótesis de partenogénesis natural, y rechaza los intentos de explicar la narración lucana como explicitación de un tema judío, o como derivación de una leyenda mitológica pagana. La estructura del texto lucano no admite ninguna interpretación reductiva; su coherencia no permite sostener válidamente mutilaciones de los términos o de las expresiones que afirman la concepción virginal por obra del Espíritu Santo» (Juan Pablo II). Sobre el misterio de esa virginidad dijo san Ignacio de Antioquía: «La virginidad de María, y su dar a luz, lo mismo que la muerte del Señor, quedó oculta al “jefe de este mundo”; tres misterios clamorosos, que se realizaron en el sosegado silencio [característico] de Dios» (Ef 19,1).
[9] LE RESPONDIÓ ASÍ: cfr. Mt 3,15._El texto parece explicar «el Señor está contigo » (cfr. v. 28). [EL] PODER: algunos lo entienden como metonimia*; sería un recurso para evitar pronunciar con poco respeto el nombre divino (cfr. 22,69 y Mc 14,62); en ese caso, DEL ALTÍSIMO sería un genitivo* explicativo: «El Poder, o sea, el Altísimo». El paralelismo* nos señala como sinónimos ESPÍRITU SANTO y PODER DEL ALTÍSIMO; y también: VENDRÁ SOBRE TI y TE COBIJARÁ; este último verbo equivale a «te envolverá como en una nube», signo bíblico tradicional para indicar la
presencia de Dios, protector constante y dinámico. Como la nube cubría, envolvía, el santuario o la Tienda del Encuentro (cfr. Ex 40,34), María va a convertirse en el santuario del Dios hecho hombre._ES DECIR: Gr. 1._POR ESO TAMBIÉN: porque Jesús va a ser concebido virginalmente, porque no va a tener un padre terreno._LO QUE NACERÁ SANTAMENTE (lit. lo nacido santo, o —si es un presente* con valor de futuro— lo nascituro santo): la traducción entiende el adjetivo con valor adverbial (interpretación ya antigua, p. ej., en Maldonado en el s. XVI),
según el proceso que los filólogos llaman adverbialización*. Entendida así, la frase habla también del nacimiento virginal de Jesús._El título HIJO DE DIOS, en el AT podía entenderse como apelativo simplemente mesiánico; pero, al final de estas frases de Lc, resuena como afirmación de la filiación singular de Jesús (el Hijo natural de Dios; la falta de artículo* es un semitismo). Para María, su concepción virginal es ya un signo revelador.
[10] ÉSTE ES [EL] SEXTO MES...: lit. este mes sexto es para ella la llamada estéril. «Llamar»: ser (cfr. v. 32). Por esta revelación divina conoce María el secreto que su prima Isabel no ha comunicado a nadie (cfr. v. 24).
[11] NADA: lit. no... toda palabra (semitismo), e. d., ninguna palabra. No puede haber una «palabra» imposible para quien ahora mismo va a enviar al mundo su «Palabra» hecha carne humana. Según san Clemente de Roma, «lo
único imposible para Dios es mentir» (Cor 29,1).
[12]38 OJALÁ ME SUCEDA (lit. sea para mí, o hágase para mí): la forma gramatical no es el imperativo* de Mt 6,10 («hágase tu voluntad»), sino el optativo* griego, modesta expresión cortés de un deseo. Con su entrega de fe y su obediencia amorosa, «la esclava» se convierte en «madre de su Señor» (cfr. v. 43). Hasta aquí llegaba la antigua Alianza; lo mejor del AT se condensaba en aquella humilde hija de Sión; ahora empieza el NT, cuya puerta es María.



[1] Empieza un relato, no de anunciación (que predice lo que va a suceder y no admite réplica), sino de vocación (que expone una misión y pide consentimiento, como p. ej., Ju 6,11-24)._EN EL SEXTO MES del embarazo de Isa - bel._EL ÁNGEL GABRIEL: cfr. v. 19. _POR DIOS: o desde Dios, de parte de Dios._CUYO NOMBRE: puede hacerse pesada la insistencia (v. 27: «cuyo nombre... », «y el nombre...»), pero en este relato todo tiene nombre; aunque el nombre sobre el que gravita al final la frase es «María», en realidad se trata de «poner nombre» al que va a venir y ya se anuncia (cfr. v. 31; y los «Nombres de Cristo» en los vs. 32-33.35)._NAZARET, más bien que CIUDAD, era una pobre aldea, innominada en todo el AT y en el Talmud, y despreciada por los habitantes de las aldeas vecinas (cfr. Jn 1,46).
[1] UNA DONCELLA: como en castellano clásico: una virgen. Al principio y al fin de la presentación, Lc insiste en un dato: María virgen concibió virginalmente. _PROMETIDA: o que había sido dada a. También es posible: que había sido pedida en matrimonio por un varón... (entendiendo «por un varón» como dativo* agente, muy raro en el NT)._UN VARÓN: casi: un marido. En los evangelios, el hombre adulto, en cuanto distinto de la mujer y de los niños, suele designarse por el vocablo griego anêr, que prácticamente equivale a marido, esposo._DESCENDIENTE DE DAVID: lit. de [la] casa de David, de la dinastía de David, de quien JOSÉ era «hijo»._El significado etimológico más probable del nombre MARÍA es excelsa, elevada.
[1] SALVE: más que el «¡alégrate!» helenístico, saludo tan trivial como nuestro «¡hola!» (el vocablo griego es el mismo de los soldados romanos burlándose ante Jesús: cfr. Mt 27,29; Mc 15,17-19; Jn 19,3; sería demasiado fuerte traducirlo: «¡Alégrate, rey de los judíos!»). Es saludo religioso; por una parte, traduce el hebreo sˇalôm, deseo de la paz (vida total, plenitud de dones de Dios), y, por otra, alude a Zc 9,9 (invitación a la alegría mesiánica ante el rey que viene de parte de Dios)._Sin artículo*, sustituyendo al nombre propio, LLENA-DE-GRACIA es el nombre de la doncella. GRACIA, no con el significado profano de cariz (amabilidad, belleza), sino con el doble significado bíblico de: benevolencia divina, por la que Dios concede benignamente un don gratuito (un favor, una «gracia»), al que ha de corresponder la «acción de gracias» de la criatura agradecida. La forma gramatical griega es participio* de perfecto* (acción pasada cuyo efecto perdura: María ha sido ya transformada por la gracia, «agraciada por Dios desde antes, y en ella se ha remansado la gracia»). El verbo griego kharitóô es causativo*, y en el NT solamente aparece otra vez (Ef 1,6), referido a los cristianos que, gracias a Jesucristo, han entrado en el plan de Dios como objeto de su benevolencia divina, mediante «el perdón de las ofensas» (Ef 1,7); esto confirma que la plenitud de gracia de María está en función de su Hijo, de su maternidad divina. Este v. de Lc, tal como lo ha entendido la Iglesia católica, funda la verdad de fe de la Inmaculada Concepción de María: no hubiera estado, ni sido, «Llena-de-gracia», santificada por la gracia, si la sombra de cualquier pecado la hubiera tocado._EL SEÑOR... CONTIGO: fórmula bíblica en los relatos de vocación y de misión (cfr., p. ej., Mt 28,20: «Yo estoy con vosotros»).
[1] 29 AQUELLAS PALABRAS: lit. la palabra._Q... AQUEL SALUDO: lit. qué clase era (cfr. Mt 13,18) el saludo este.
[1] DE MODO QUE: Gr. 1._NO TEMAS: cfr. vs. 12-13. El imperativo* de presente equivale a: deja de temer, o no sigas temiendo._HALLASTE GRACIA...: explicación del «Llena-de-gracia» (v. 28): Dios te ha mirado favorablemente, Dios te acoge benévolo, has obtenido su favor
[1] DE MODO QUE: Gr. 1._De los tres verbos griegos en futuro que aparecen en el texto, los dos primeros son predicciones, el tercero (AL QUE PONDRÁS POR NOMBRE: lit. y llamarás el nombre de él) es una orden. Que sea precisamente la madre quien ponga el nombre al niño es otra alusión a la concepción virginal. _JESÚS: «Yahveh salva». En el v. 47, María lo llama «mi Salvador»; y en 2,11, el ángel lo anuncia como «salvador».
[1] 32-33 La traducción suprime tres «y» del texto griego._SERÁ LLAMADO: «será tenido por»; semitismo, equivalente a: «será»._SU REINO: o su reinado. Por los datos que dice el ángel, María se da cuenta de que concebirá y dará a luz verdaderamente al Mesías-rey, anunciado y esperado en Israel desde siglos antes.
[1] 34 Con una expresión que, en una mujer desposada, es única en toda la Biblia, María pregunta, pero no con la duda escéptica de Zacarías (cfr. v. 18), o la de Abrahán y Sara (cfr. Gn 17,17; 18,10-14). Para que su compromiso no sea imprudente ni precipitado, se informa. _NO CONOZCO: eufemismo*, por no tengo relación conyugal. MARIDO: lit. varón; e. d., marido («mi marido»: cfr. v. 27). La traducción dice el mínimo posible («actualmente soy virgen»), pero no excluye matices como no puedo tener relación... o no quiero tener..., admisibles desde el punto de vista gramatical. Por otra parte, la forma verbal griega
en presente* indica permanencia y continuidad de ese estado de virginidad. En María, transformada por la gracia de la que está colmada (v. 28), Dios había hecho surgir el deseo de virginidad; si María no lo tuviera, su objeción tenía réplica fácil por parte del ángel: «Espera, dentro de poco tendrás esas relaciones». La afirmación de la concepción virginal de Jesús, debida a la acción del Espíritu Santo, expresada en todos los Símbolos de fe de la Iglesia, «excluye cualquier hipótesis de partenogénesis natural, y rechaza los intentos de explicar la narración lucana como explicitación de un tema judío, o como derivación de una leyenda mitológica pagana. La estructura del texto lucano no admite ninguna interpretación reductiva; su coherencia no permite sostener válidamente mutilaciones de los términos o de las expresiones que afirman la concepción virginal por obra del Espíritu Santo» (Juan Pablo II). Sobre el misterio de esa virginidad dijo san Ignacio de Antioquía: «La virginidad de María, y su dar a luz, lo mismo que la muerte del Señor, quedó oculta al “jefe de este mundo”; tres misterios clamorosos, que se realizaron en el sosegado silencio [característico] de Dios» (Ef 19,1).
[1] LE RESPONDIÓ ASÍ: cfr. Mt 3,15._El texto parece explicar «el Señor está contigo » (cfr. v. 28). [EL] PODER: algunos lo entienden como metonimia*; sería un recurso para evitar pronunciar con poco respeto el nombre divino (cfr. 22,69 y Mc 14,62); en ese caso, DEL ALTÍSIMO sería un genitivo* explicativo: «El Poder, o sea, el Altísimo». El paralelismo* nos señala como sinónimos ESPÍRITU SANTO y PODER DEL ALTÍSIMO; y también: VENDRÁ SOBRE TI y TE COBIJARÁ; este último verbo equivale a «te envolverá como en una nube», signo bíblico tradicional para indicar la
presencia de Dios, protector constante y dinámico. Como la nube cubría, envolvía, el santuario o la Tienda del Encuentro (cfr. Ex 40,34), María va a convertirse en el santuario del Dios hecho hombre._ES DECIR: Gr. 1._POR ESO TAMBIÉN: porque Jesús va a ser concebido virginalmente, porque no va a tener un padre terreno._LO QUE NACERÁ SANTAMENTE (lit. lo nacido santo, o —si es un presente* con valor de futuro— lo nascituro santo): la traducción entiende el adjetivo con valor adverbial (interpretación ya antigua, p. ej., en Maldonado en el s. XVI),
según el proceso que los filólogos llaman adverbialización*. Entendida así, la frase habla también del nacimiento virginal de Jesús._El título HIJO DE DIOS, en el AT podía entenderse como apelativo simplemente mesiánico; pero, al final de estas frases de Lc, resuena como afirmación de la filiación singular de Jesús (el Hijo natural de Dios; la falta de artículo* es un semitismo). Para María, su concepción virginal es ya un signo revelador.
[1] ÉSTE ES [EL] SEXTO MES...: lit. este mes sexto es para ella la llamada estéril. «Llamar»: ser (cfr. v. 32). Por esta revelación divina conoce María el secreto que su prima Isabel no ha comunicado a nadie (cfr. v. 24).
[1] NADA: lit. no... toda palabra (semitismo), e. d., ninguna palabra. No puede haber una «palabra» imposible para quien ahora mismo va a enviar al mundo su «Palabra» hecha carne humana. Según san Clemente de Roma, «lo
único imposible para Dios es mentir» (Cor 29,1).
[1]38 OJALÁ ME SUCEDA (lit. sea para mí, o hágase para mí): la forma gramatical no es el imperativo* de Mt 6,10 («hágase tu voluntad»), sino el optativo* griego, modesta expresión cortés de un deseo. Con su entrega de fe y su obediencia amorosa, «la esclava» se convierte en «madre de su Señor» (cfr. v. 43). Hasta aquí llegaba la antigua Alianza; lo mejor del AT se condensaba en aquella humilde hija de Sión; ahora empieza el NT, cuya puerta es María.

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