viernes, 17 de marzo de 2017

23.Vigésimo tercer día de la consagración


Día 23.Vigésimo tercer día de la Consagración.
Etapa 3/4:
Seis días para conocer
a la santísima virgen María
5/6 días


Durante la segunda semana[1] se dedicarán en todas sus oraciones y obras de cada día a conocer a la Santísima Virgen. Pedirán ese conocimiento al Espíritu Santo. (TVD 229)

VENI SANCTE SPÍRITUS, VENI PER MARÍAM
VEN ESPÍRITU SANTO, VEN POR MARÍA

Esquema inicial:
1. Oraciones iniciales:
-Letanías del Espíritu Santo (pg. 235-237),
-Oh Santa María de Mares Estrella (Ave Maris Stella) (pg. 289)
-Santo Rosario (novedad)
2. Evangelio:
-Las bodas de Cana (Jn. 2, 1-12)
3. Tratado de la Verdadera Devoción:
-TVD 257-259
4. Jaculatoria:
       - “Haced lo que Él os diga” Jn 2,5
5. Propuesta final de una breve letanía (opcional)

ORACIONES:
Sugerencia: se puede repartir las oraciones a lo largo del día, para evitar distracciones o tedio.

Señor,       ten piedad       Señor,       ten piedad.
Cristo,       ten piedad       Cristo,       ten piedad.
Señor,       ten piedad       Señor,      ten piedad.

Cristo,       óyenos              Cristo,       óyenos.
Cristo,       escúchanos       Cristo,     escúchanos.

Dios Padre Celestial,       Ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, Ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo,       Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios,       Ten misericordia de nosotros.

Espíritu que procede del Padre y del Hijo,
santifícame.
Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación,
planeando sobre las aguas, las fecundaste,
vivifícame.
Espíritu por inspiración del cual han hablado los profetas,
ilumíname
Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas,
purifícame
Espíritu que das testimonio de Cristo,
lávame
Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las cosas,
renuévame
Espíritu que sobreviniste sobre María, 
purifícame
Espíritu del Señor que llena todo el orbe,
lávame
Espíritu de Dios que habita en nosotros,
cúrame
Espíritu de sabiduría y de entendimiento, 
ilumíname     
Espíritu de consejo y de fortaleza,
restáurame
Espíritu de ciencia y de piedad,
enternéceme
Espíritu de temor del Señor,
enséñame
Espíritu de gracia y de misericordia, 
purifícame
Espíritu de fuerza, de dilección y de sobriedad,
renuévame
Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz,
santifícame
Espíritu de humildad y de castidad,
cúrame
Espíritu de benignidad y de mansedumbre,
vivifícame
Espíritu de multiforme gracia, 
sáname
Espíritu que escrutas los secretos de Dios,
ayúdame
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables,
ruega por todos nosotros
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma,
cuídame
Espíritu en el cual renacemos,
renuévame
Espíritu por el cual se difunde la caridad en nuestros corazones,
cúrame
Espíritu de adopción de los hijos de Dios,
abrázame
Espíritu que apareciste en lenguas de fuego sobre los apóstoles,
protégeme
Espíritu con el cual fueron los apóstoles henchidos,
lávame
Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres,
vivifícame

Muéstrate propicio,       perdónanos, Señor.
Muéstrate propicio,       escúchanos, Señor.

De todo mal,      
líbranos, Señor.
De todo pecado,
líbranos, Señor.
De tentaciones e insidias del demonio,      
líbranos, Señor.
De la presunción y desesperación,      
líbranos, Señor.
De la resistencia a la verdad conocida,
líbranos, Señor.
De la obstinación y de la impenitencia,      
líbranos, Señor.
De la impureza de la mente y del cuerpo,      
líbranos, Señor.
Del espíritu de fornicación,      
líbranos, Señor.
De todo espíritu del mal,             
líbranos, Señor.

Por Tu eterna procesión del Padre y del Hijo.
Te rogamos óyenos.
Por Tu descenso sobre Cristo en el Jordán.
Te rogamos óyenos.
Por Tu advenimiento sobre los discípulos.
Te rogamos óyenos.
En el día del juicio, nosotros pecadores.
Te rogamos óyenos.

Para que así como vivimos del Espíritu, obremos también por Él
Te rogamos óyenos.
Para que reacordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos
Te rogamos óyenos.
Para que viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne
Te rogamos óyenos.
A fin de que por el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne.
Te rogamos óyenos.
Para que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios,
Te rogamos óyenos.
Para que seamos solícitos en guardar la  unidad del Espíritu en el vínculo de la paz
Te rogamos óyenos.
Para que no creamos a todo espíritu
Te rogamos óyenos.
Para que probemos a los espíritus si son de Dios. 
Te rogamos óyenos.
Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud
Te rogamos óyenos.
Para que nos confirmes por tu Espíritu Soberano
Te rogamos óyenos.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,             
perdónanos,  Señor. 
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.  
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.

Ave Maris Stella
Salve Estrella del mar,
Santa Madre de Dios
y siempre Virgen,
feliz Puerta del cielo.

Tú que has recibido
el saludo de Gabriel,
y has cambiado el nombre de Eva,
establécenos en la paz.

Rompe las ataduras de los pecadores,
da luz a los ciegos,
aleja de nosotros los males
y alcánzanos todos los bienes.

Muestra que eres Madre:
reciba nuestras súplicas
por medio de Ti,
Aquél que, naciendo por nosotros,
aceptó ser Hijo tuyo.

¡Oh, Virgen incomparable!
¡Amable como ninguna!
Haz que,
libres de nuestras culpas,
permanezcamos humildes y castos.

Danos una vida limpia,
prepáranos un camino seguro;
para que viendo a Jesús,
nos alegremos eternamente contigo.

Demos alabanza
a Dios Padre,
gloria a Cristo Soberano
y también al Santo Espíritu,
a los Tres un mismo honor. Amén.

Rezo del santo rosario
Si se ha rezado en otro momento del día, es válido.
+

Lecturas correspondientes a cada día:
Consejo: Leer o escuchar con atención, evitando en la medida de lo posible, toda distracción. Es aconsejable acompañarlo de pausas  para favorecer la meditación:

Santo Evangelio según San Juan. (Jn. 2,1-12)
Las bodas de Caná
1 A los tres días, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
2 Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
3 Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: «No tienen vino».
4 Jesús le dice: «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora[2][3]».
5 Su madre dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga».
6 Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
7 Jesús les dice: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba.
8 Entonces les dice: «Sacad ahora y llevadlo al mayordomo». Ellos se lo llevaron.
9 El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo
10 y le dijo: «Todo el mundo pone primero el vino bueno, y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
11 Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
12 Después bajó a Cafarnaún con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.

Palabra del Señor… Gloria a Ti, Señor Jesús.

TVD 262-264

[262]
El Espíritu Santo, por boca de los Santos Padres, llama también a la Santísima Virgen:
la puerta oriental, por donde entra al mundo y sale de él el Sumo Sacerdote, Jesucristo; por ella entró la primera vez y por ella volverá la segunda;
el santuario de la divinidad, la mansión de la Santísima Trinidad, el trono de Dios, el altar y templo de Dios, el mundo de Dios. Epítetos y alabanzas muy verdaderos cuando se refieren a las diferentes maravillas y gracias que el Altísimo ha realizado en María.
¡Qué riqueza! ¡Qué gloria! ¡Qué delicia! ¡Qué dicha! ¡Poder entrar y permanecer en María, en quien el Altísimo colocó el trono de su gloria suprema!

[263]
Pero qué difícil es a pecadores como nosotros obtener el permiso, capacidad y luz suficientes para entrar en lugar tan excelso y santo, custodiado ya no por un Querubín -como el antiguo paraíso terrenal-, sino por el mismo Espíritu Santo, que ha tomado posesión de él y dice: "¡Eres jardín cerrado, hermana y novia mía; eres jardín cerrado, fuente sellada!"
¡María es jardín cerrado! ¡María es fuente sellada! ¡Los miserables hijos de Adán y Eva, arrojados del paraíso terrenal, no pueden entrar en este nuevo paraíso sino por una gracia excepcional del Espíritu Santo que ellos deben merecer.

[264]
Después de haber obtenido, mediante la fidelidad, esta gracia insigne, te es necesario permanecer encantado en el hermoso interior de María, descansar allí con seguridad y perderte en él sin reserva, a fin de que en este seno virginal:

te alimentes con la leche de la gracia y misericordia maternal de María;
te liberes de toda turbación, temor y escrúpulo;
te pongas a salvo de todos tus enemigos: demonio, mundo y pecado, que jamás pudieron entrar en María. Por esto dice Ella misma: "Los que obran por mí no pecarán"; esto es, los que permanecen espiritualmente en la Santísima Virgen no cometen pecado considerable;
4º te formes en Jesucristo, y Jesucristo sea formado en ti. Porque el seno de María -dicen los Padres- es la sala de los sacramentos divinos, donde se han formado Jesucristo y todos los elegidos: "Uno por uno, todos han nacido en Ella".

5. Letanías de los santos
Propuesta opcional. Podemos cambiarlos por nuestros santos patrones. Los santos nos ayudarán con su intercesión para concluir la consagración.

Latría > Hiperdulía > Dulía

Kyrie Eleison (Señor ten piedad)
Christe Eleison (Cristo ten piedad)
Kyrie Eleison
(Señor ten piedad)

Santa María, Reina del Cielo, siempre Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra.....ruega por nosotros.

San José, Patriarca protector de la Sagrada familia, varón justo y santo…..ruega por nosotros.

San Luis María Grignon de Monfort…..ruega por nosotros.
San Juan Pablo II…..ruega por nosotros.
Santa Teresa de Jesús…..ruega por nosotros.
San Juan de la Cruz…..ruega por nosotros.


San Rafael, San Gabriel y San Miguel…..rogad por nosotros.
Ángel de la guarda…..ruega por nosotros.






[1] Nota del editor: tercera semana si se realiza la consagración por primera vez.
[2] Jesús pone a prueba la fe de la Virgen, que fue en ella la virtud por excelencia y luego adelanta su hora a ruego de su Madre. Straubinger. Biblia
[3] MUJER: el empleo de esta palabra no indica falta de respeto (cfr. 4,21; 8,10; 20,13.15); tratándose de «la Madre de Jesús», tiene además en Juan cierto tono solemne no exento de simbolismo: es «la Mujer» (cfr.19,26). Iglesias, Manuel. Nuevo Testamento.

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