CUALQUIERA QUE SEAS:
San Bernardo de Claraval.
Cualquiera que seas:
Si se
desencadena el huracán de las tentaciones, si las
tribulaciones están a punto de doblegarte, mira a la Estrella invoca a
María.
Si el
orgullo la ambición y la envidia amenazan sumergirte en
su oleaje, mira a la Estrella, invoca a
María.
Si la
ira, la avaricia y la lujuria, hacen zozobrar la frágil
navecilla de tu alma, mira
a la Estrella, Invoca a María.
Si
confundido y aterrado por la enormidad de los crímenes que
gravitan sobre tu conciencia, te sientes
próximo a hundirte en la desesperación, mira a la Estrella,
invoca a María.
No se aparte su nombre de tus labios ni de tu corazón".
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