Día 1.
Primer día de la
Consagración.
Etapa 1/4:
Vaciarse del espíritu del mundo contrario a Jesucristo. 1/12 días.
Oraciones
iniciales:
En estos
primeros doce días, las oraciones son las siguientes. Y las encontraremos al
final.
- Ven Creador Espíritu.
- Ave Maris Stella.
- Magníficat.
Lectura orante
correspondiente al día:
Consejo: Leer o
escuchar con atención, evitando en la medida de lo posible, toda distracción.
Es aconsejable acompañarlo de pausas
para favorecer la meditación:
1. Evangelio:
- Las 8 bienaventuranzas y las maldiciones. Mt
5,1-12 y Lc 6, 24-26
2. Tratado de la
Verdadera Devoción:
-TVD 226-227
-TVD 213-214
3. Jaculatoria:
- “Felices los pobres porque de vosotros es el
Reino de los Cielos”. Lc 6, 20.
✠ Santo Evangelio según San Mateo. Mt 5, 1-12
1 Al ver Jesús el
gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos;
2 y, abriendo su
boca, les enseñaba diciendo:
3
«Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los
cielos.
4 Bienaventurados
los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
5 Bienaventurados
los que lloran, porque ellos serán consolados.
6 Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
7 Bienaventurados
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados
los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados
los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el
reino de los cielos.
11
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de
cualquier modo por mi causa.
12 Alegraos y
regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma
manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
☧ Palabra del
Señor… Gloria a Ti, Señor Jesús.
✠ Santo Evangelio según San Lucas. Lc 6, 24-26
24 Pero ¡ay de
vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo!
25 ¡Ay de
vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre!
¡Ay de los que
ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!
26 ¡Ay si todo el
mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los
falsos profetas.
☧ Palabra del
Señor… Gloria a Ti, Señor Jesús.
⚜ TRATADO DE LA VERDADERA DEVOCIÓN:
Puntos: 226; 217; 213; 214:
[226] Aunque lo
esencial de esta devoción consiste en lo interior, no por eso carece de
prácticas exteriores, que no conviene descuidar:
"¡Esto había que practicar y aquello no
dejarlo!" Ya porque las prácticas exteriores, debidamente ejercitadas,
ayudan a las interiores, ya porque recuerdan al hombre acostumbrado a guiarse
por los sentidos lo que ha hecho o debe hacer, ya porque son a propósito para
edificar al prójimo que las ve, cosa que no hacen las prácticas puramente
interiores.
Por tanto, que ningún mundano ni crítico
autosuficiente nos venga a decir que la verdadera devoción está en el corazón,
que hay que evitar las exterioridades, ya que pueden ocultar la vanidad; que no
hay que hacer alarde de la propia devoción, etc. Yo les respondo con mi
Maestro: "Alumbre también la luz de vosotros a los hombres: que vean el
bien que hacen y glorifiquen al Padre del Cielo". Lo cual no significa
-como advierte San Gregorio- que debemos realizar nuestras buenas acciones y
devociones exteriores para agradar a los hombres y ganarnos sus alabanzas, esto
sería vanidad, sino que, a veces, las realicemos delante de los hombres con el
fin de agradar a Dios y glorificarle, sin preocuparnos por los desprecios o las
alabanzas de las criaturas.
Voy a proponer, en resumen, algunas prácticas
exteriores, llamadas así no porque se
hagan sin devoción interior, sino porque tienen algo
externo que las distingue de las actitudes
puramente interiores.
Preparamos y
hacemos la Consagración Total
[227] Quienes
deseen abrazar esta devoción particular, no erigida aún en Asociación, aunque
sería mucho de desear que lo
fuera- dedicarán como he dicho en
la primera parte de esta “Preparación al Reinado de Jesucristo” doce días, por
lo menos, a vaciarse del espíritu del mundo, contrario al de Jesucristo, y tres
semanas en llenarse de Jesucristo por medio de la Santísima Virgen.
Efectos
maravillosos de la consagración total en quien le es fiel.
[213] Persuádete,
hermano carísimo, de que, si eres fiel a las prácticas interiores y exteriores de esta devoción, las
cuales voy a indicar más adelante, participarás de los frutos maravillosos que
produce en el alma fiel.
Nos conocemos y valoramos a nosotros mismos.
Conocimiento y desprecio de sí mismo.
Gracias a la luz que te comunicará el Espíritu
Santo, por medio de María su querida Esposa, conocerás tu mal fondo, tu
corrupción e incapacidad para todo lo bueno, si Dios no es su principio como
autor de la naturaleza o de la gracia. Y, a consecuencia de este conocimiento,
te despreciarás y no pensarás en ti mismo sino con horror. Te considerarás como
un caracol, que todo lo mancha con su baba; como un sapo, que todo lo emponzoña
con su veneno, o como una serpiente maligna, que sólo pretende engañar.
En fin, la humilde María te hará partícipe de su profunda humildad, y mediante ella te despreciarás a ti mismo, no despreciarás a nadie y gustarás de ser menospreciado.
En fin, la humilde María te hará partícipe de su profunda humildad, y mediante ella te despreciarás a ti mismo, no despreciarás a nadie y gustarás de ser menospreciado.
Participación en la fe de María
[214] La
Santísima Virgen te hará partícipe de su fe. La cual fue mayor que la de todos
los Patriarcas, Profetas, Apóstoles y todos los demás santos. Ahora que reina
en los Cielos, no tiene ya esa fe, porque ve claramente todas las cosas en Dios
por la luz de la gloria. Sin embargo, con el consentimiento del Altísimo, no la
ha perdido al entrar en la gloria: la conserva para comunicarla a sus más
fieles servidores en la Iglesia peregrina.
Por lo mismo, cuanto más te granjees la
benevolencia de esta augusta Princesa y Virgen fiel, tanto más reciamente se
cimentará toda tu vida en la fe verdadera:
Una fe pura, que hará que no te preocupes por
lo sensible y extraordinario;
Una fe viva y animada por la caridad, que te
hará obrar siempre por el amor más puro;
Una fe firme e inconmovible como una roca, que
te ayudará a permanecer siempre firme y constante en medio de las tempestades y
tormentas;
Una fe penetrante y eficaz, que como misteriosa
llave maestra te permitirá entrar en todos los misterios de Jesucristo, las
postrimerías del hombre y el corazón del mismo Dios;
Una fe intrépida, que te llevará a emprender y
llevar a cabo, sin titubear, grandes empresas por Dios y por la salvación de
las almas;
finalmente,
finalmente,
Una fe que será tu antorcha encendida, tu vida
divina, tu tesoro escondido de la divina sabiduría y tu arma omnipotente, de la
cual te servirás para iluminar a los que viven en tinieblas y
sombras de muerte, para inflamar a los tibios y necesitados del oro encendido
de la caridad, para resucitar a los muertos por el pecado, para conmover y
convertir con tus palabras suaves y poderosas los corazones de mármol y los
cedros del Líbano y, finalmente, para resistir al demonio y a todos los
enemigos de la salvación.
Oraciones de cada
día durante la primera etapa de doce días, para vaciarte del espíritu del
mundo, contrario al de Jesucristo.
Veni Creator Spíritus
Ven Espíritu Divino,
manda tu luz
desde el cielo,
Padre amoroso del
pobre;
don en tus dones
espléndido;
luz que penetra
las almas;
fuente del mayor
consuelo.
Ven, dulce huésped del
alma,
descanso de
nuestro esfuerzo,
tregua en el duro
trabajo,
brisa en las
horas de fuego,
gozo que enjuga
las lágrimas
y reconforta en
los duelos.
Entra hasta el fondo del
alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del
hombre
si Tú le faltas
por dentro;
mira el poder del
pecado
cuando no envías
tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón
enfermo,
lava las manchas,
infunde
calor de vida en
el hielo,
doma el espíritu
indómito,
guía al que
tuerce el sendero.
Reparte tus Siete Dones
según la fe de
tus siervos.
Por tu bondad y
tu gracia
dale al esfuerzo
su mérito;
salva al que
busca salvarse
y danos tu gozo
eterno.
Ave Maris
Stella
Ave Maris Stella
(latín: "Salve Estrella del Mar"): con estas palabras comienza un
himno latino que se canta en la Liturgia de las Horas de la Iglesia católica en
las fiestas marianas, concretamente en Vísperas.
El texto se conoce desde el
siglo IX; su autor es desconocido (se ha atribuido a autores diversos; entre
ellos, a Venantius Fortunatus y Pablo Diácono).
El título "Estrella del
mar", que aquí se aplica a María, procede de la interpretación de un
pasaje del Antiguo Testamento, concretamente del primer libro de los Reyes,
18,41-45.
En este pasaje, se describe
cómo una pequeña nube se eleva sobre el mar y anuncia al profeta Elías,
mientras oraba en el monte Carmelo, la venida de la lluvia. Ésta era una gran
noticia, pues anunciaba el fin de la grave sequía. Se aplica esta imagen a
María, pues ella anuncia la venida del Salvador, que pone fin a la sequía del
hombre, que ansía la redención. Jesús es la fuente que sacia la sed de Dios que
tienen los hombres.
Salve Estrella del
mar,
Santa Madre de
Dios
y siempre Virgen,
feliz Puerta del
cielo.
Tú que has recibido el
saludo de Gabriel,
y has cambiado el
nombre de Eva,
establécenos en
la paz.
Rompe las ataduras de
los pecadores,
da luz a los
ciegos,
aleja de nosotros
los males
y alcánzanos
todos los bienes.
Muestra que eres
Madre:
reciba nuestras súplicas por medio de Ti,
aquel que, naciendo por nosotros,
reciba nuestras súplicas por medio de Ti,
aquel que, naciendo por nosotros,
aceptó ser Hijo
tuyo.
¡Oh, Virgen
incomparable! ¡Amable como ninguna!
Haz que, libres
de nuestras culpas,
permanezcamos
humildes y castos.
Danos una vida limpia,
prepáranos un
camino seguro; para que, viendo a Jesús,
nos alegremos
eternamente contigo.
Demos alabanza a Dios
Padre,
gloria a Cristo
Soberano y también al Santo Espíritu,
a los Tres un
mismo honor. Amén.
Magnificat
La oración está
inspirada en numerosos pasajes del Antiguo Testamento, entre los cuales se
cuentan:
El «Magníficat» se
inspira particularmente en el «cántico de Ana» 1Samuel 2:1-11, así como en la
visión de Isaías 29:19-20 y en los Salmos 113:7,136:17-23,146:1-9 que forman
parte de los Hal-lel recitados en las mañanas de Pascua, con los cuales guarda
distintas afinidades literarias.
1Samuel 2:1,11 Habacuc 3:18 Job 12:19-20,5:11,12 y
Salmos 34:23;111:9;103:1;89:11;107:9;34:10;98:3;22:9.
☩ Proclama mi
alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque
ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me
felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes
por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación
en generación.
Él
hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a
los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel su
siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros
padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y siempre por los siglos
de los siglos. Amén.
Feliz de encontrar este tesoro
ResponderEliminarRealmente esta página es sorprendente.
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